
Las personas con trastornos de ansiedad responden a ciertos objetos o situaciones con miedo y temor. Tienen reacciones físicas ante dichos objetos, como palpitaciones y sudoración. Se diagnostica un trastorno de ansiedad cuando una persona:
> Tiene una respuesta inadecuada ante una situación
> No puede controlar la respuesta
> Tiene una forma de vida alterada debido a la ansiedad
Los trastornos de ansiedad incluyen:
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) es un tipo de trastorno de ansiedad. Si usted tiene TOC, tiene pensamientos repetitivos y molestos denominados obsesiones. Usted hace lo mismo una y otra vez a fin de que los pensamientos desaparezcan. Estas acciones repetidas reciben el nombre de compulsiones.
Algunos ejemplos de obsesiones son el miedo a los gérmenes o el miedo a sufrir una lesión. Entre las compulsiones podemos contar lavarse las manos, contar, revisar cosas o limpiar. Si no se trata, el TOC puede controlar su vida.
Los investigadores creen que los circuitos del cerebro de quienes padecen TOC quizá no estén funcionando de forma adecuada. Suele ser un trastorno hereditario. Los síntomas a menudo se manifiestan durante la infancia o la adolescencia. Los tratamientos que combinan medicamentos con terapia son en general efectivos
El trastorno de pánico es un trastorno de ansiedad. Causa ataques de pánico, los cuales son sentimientos repentinos de terror sin razón alguna. Es posible que también experimente síntomas físicos, por ejemplo:
- Palpitaciones
- Dolor en el pecho
- Dificultad respiratoria
- Mareos
Los ataques de pánico pueden suceder en cualquier momento y lugar, y sin señales de advertencia. Es posible que usted viva con temor de padecer otro ataque y evite los lugares donde ya tuvo uno. En el caso de ciertas personas, el miedo controla sus vidas y no pueden salir de casa.
Los trastornos de pánico son más comunes en mujeres que en hombres. Por lo general, se manifiestan por primera vez en adultos jóvenes. A menudo suceden cuando una persona padece mucho estrés. Muchas personas mejoran con tratamiento. La terapia puede enseñarle a reconocer y cambiar sus patrones de pensamiento antes de que le provoquen pánico. Los medicamentos también son útiles.
Una fobia es un tipo de trastorno de ansiedad. Es el miedo irracional e intenso a algo que constituye un peligro leve o inexistente. Existen muchas fobias específicas. La acrofobia es el miedo a las alturas. Usted puede ser capaz de esquiar en las montañas más altas pero quizá no pueda ir más allá del 5° piso en un edificio de oficinas. La agorafobia es el miedo a los lugares públicos y la claustrofobia es el miedo a los espacios encerrados. Si usted se siente ansioso y muy vergonzoso en situaciones sociales de todos los días, es posible que tenga una fobia social. Otras fobias comunes incluyen túneles, conducir en carreteras, agua, volar, animales y sangre.
Las personas con fobias intentan evitar todas las cosas a las que tienen miedo. Si no lo logran, es posible que sientan:
- Pánico y miedo
- Palpitaciones
- Dificultad para respirar
- Temblores
- Un fuerte deseo de escapar
Los tratamientos ayudan a la mayoría de las personas con fobias. Algunas de las opciones son medicamentos, terapia o ambos.
El trastorno de estrés postraumático (PTSD, siglas en inglés) es una enfermedad real. El PTSD puede afectarlo después de vivir o ver un evento traumático, como una guerra, un huracán, una violación, abuso físico o un accidente grave. El PTSD lo hace sentir estresado y con miedo aun después de que el peligro haya pasado. Afecta su vida y la de quienes lo rodean.
El PTSD puede generar problemas como:
- Recuerdos del pasado, o la sensación de que el hecho vuelve a ocurrir
- Dificultad para dormir o pesadillas
- Sentimientos de soledad
- Estallidos de ira
- Sentimientos de preocupación, culpa o tristeza
El PTSD se manifiesta en diferentes edades, según la persona. Es posible que las señales de padecer PTSD comiencen inmediatamente después de un hecho atemorizante y que continúen. Otras personas desarrollan síntomas nuevos o más graves con el transcurso de los meses e incluso de los años. El PTSD puede afectar a cualquier persona, incluso a los niños.
Los medicamentos pueden ayudar a sentirse menos temeroso y nervioso. Es posible que tarden unas semanas en hacer efecto. También puede ser útil para quienes padecen PTSD hablar con un médico capacitado especialmente o un asesor. Esto se denomina terapia de conversación